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jueves, 23 de junio de 2011

El Capital Riesgo en España..... ¿Es capital?¿Es riesgo?

En los últimos tiempos, las Universidades y las Administraciones Públicas se están esforzando por generar una conciencia o un tejido entre los jóvenes estudiantes para cambiar la tendencia desde el “funcionariado” hacia la emprendeduria y la innovación; para entre otras cuestiones, cambiar el tejido productivo nacional y disminuir las sonrojantes cifras de paro joven (tema del que hablaré en otro post).
Todas esas acciones están muy bien, pero quizá erraron en la estrategia, porque al mismo tiempo que inculcaban esa conciencia en la base de la pirámide, tendrían que haber enviado hacia la cúspide, y haber aprovechado los momentos de “vacas gordas” para realizar esos cambios estructurales que ahora se antojan dolorosos.
Uno de los cambios estructurales que se tenían que haber realizado, era desviar fondos del ladrillo y del consumo para generar Sociedades de Capital Riesgo potentes y competitivas; ya que en la actualidad esas funciones la realizan de forma privada en muy pequeña escala, y realmente como leí en una entrevista realizada a Bernardo Hernández de Google, en España el “capital riesgo” ni es Capital, ni es Riesgo. Las cuantías son pequeñas, y se inclinan hacia proyectos con poco nivel de riesgo, en sectores ya establecidos, no en sectores emergentes, o que realmente necesiten de la definición del término. Además no cumplen una de las funciones esenciales, no acompañan, no toman posiciones dentro de la empresa ni ofrecen su know-how al proyecto.  Características que se deben cumplir en todos los tipos de capital riesgo.
Viendo que de forma privada, era complicado generar el instrumento de financiación, se crean las sociedades públicas, para mí un gran error. El por qué es claro, hable con cualquier emprendedor o pyme que haya intentado acceder, y en un porcentaje alto le comentaran que es un instrumento inflexible y excesivamente burocratizado, con un órgano de toma de decisiones de inversión formado por políticos, que en su mayoría no tienen ni la formación ni la visión de negocios suficiente, en vez de técnicos especialistas. El sector público, lo que debe hacer es formar sociedades con socios privados, y que las decisiones de inversión se tomen con criterios empresariales, y que dispongamos de especialistas de los sectores en los que invierten, que se inmiscuyan en las empresas y aporten su experiencia y conocimientos; tal y como se hace en otros países. Entonces sí que se empezará a ver cambios en la sociedad y en el tejido empresarial; en definitiva, atacando a la base y a la cima, crearemos más eficazmente una cultura emprendedora, y el Capital Riesgo será Capital y será Riesgo.