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martes, 28 de junio de 2011

La Dirección por Misiones. El management del S.XXI


Durante toda mi etapa formativa, en las asignaturas del management siempre hacían hincapié en la Dirección por Objetivos y Orientada hacia la Tarea. Durante todo este tiempo, este tipo de dirección ha sido “dogma de fe” para generaciones de Licenciados en Empresariales, consultores y especialistas en Recursos Humanos.
Estos estilos de dirección, han resultado suficientes en los últimos 30 años; pero ha ido dejando claros en varios frentes, como el sentimiento de compromiso de los empleados y la miopía de los niveles inferiores de la escala empresarial, donde la gestión empuja hacia un lado la misión.  Tenemos que tener claro que uno de los retos de la alta dirección es que la misión y la estrategia a medio plazo se traduzcan en el día a día; y eso es algo hoy por hoy que no se está consiguiendo; y es una de los factores que producen beneficios extraordinarios.

Por ello, los académicos de la gestión y la estrategia, están empezando a hablar de la Dirección por Misiones (DPM) como elemento impulsador de la Dirección por Objetivos (DPO). Este tipo de dirección requiere una correcta redacción de la misión; en términos de contribución, no en términos posicionales que es como están redactadas la mayor parte de las misiones de las empresas. Tras la redacción correcta, hay que hacerla llegar a los empleados y crear misiones departamentales; que la suma de ellas sea igual a la misión de la empresa; y por supuesto el árbol de objetivos inherentes a las diferentes misiones.

La DPM, con una correcta misión, unos valores definidos, un árbol de misiones departamentales y sus respectivos cuadros de mando; es una herramienta estupenda para la maximización de los beneficios. Además de lograr un compromiso de los empleados con la misión de la empresa, y por lo tanto que la gestión diaria sea congruente con la estrategia; esto incrementa la motivación y genera empleados contentos y comprometidos; que lucharan por la correcta consecución de su misión o la de su equipo; que unidas a las departamentales lograran el éxito de cumplir con la misión general.

La DPM, aunque a muchos Consultores, especialistas en Recursos Humanos y académicos les cueste reconocerlo, es la herramienta del management del S.XXI.

P.D- Seguiré investigando sobre esta nueva tendencia estratégica, y les mantendré informados en próximos post.

lunes, 27 de junio de 2011

Quita de tu vocabulario la palabra FRACASO

Este es un post que escribí hace algunos días, y que publiqué en edirectivos y que me gustaría que todos lo tuvieran también aquí.

Fracaso, según la RAE “Malogro, resultado adverso de una empresa o negocio” y también “caída o ruina de algo con estrépito y rompimiento”. Literalmente aplicamos ambas acepciones cada vez que erramos, ya sea en los estudios, trabajo, relaciones personales,etc.
En mi opinión personal, la academia está equivocada, ya que fracaso no es “el resultado adverso de una empresa o negocio” o la “caída o ruina de algo con estrépito y rompimiento”, porque fracaso es no intentarlo, no intentar montar esa empresa o negocio si te apetece, o no aprender nada de ese resultado adverso. En definitiva caerse no es fracasar, fracasar es no levantarse aprendiendo o no intentar dar el salto. Este concepto por desgracia tiene gran peso en la cultura española, y por derivación en la empresa española. Nos cuesta emprender, nos cuesta innovar principalmente por el miedo al fracaso, por la presión social, por la cultura de “se funcionario mi niño”, o “búscate un trabajito de verdad”. Lo que algunos contestan es “yo ya tengo un trabajo de verdad, además soy mi propio jefe, y aporto tejido productivo”.
La historia de los grandes emprendedores Steve Jobs, Bill Gates, Florentino Pérez, los Cosentino, los Botín, Warren Buffet; todos tienen a sus espaldas muchas caídas, antes de ser los empresarios que ahora son. Los principales avances científicos y tecnológicos provienen de numerosos errores, caídas y levantadas.
Por eso, toma las riendas de tu vida, quita la palabra fracaso de tu diccionario particular y recuerda que el fracaso no es equivocarse, si no no haberlo intentado.

jueves, 23 de junio de 2011

El Capital Riesgo en España..... ¿Es capital?¿Es riesgo?

En los últimos tiempos, las Universidades y las Administraciones Públicas se están esforzando por generar una conciencia o un tejido entre los jóvenes estudiantes para cambiar la tendencia desde el “funcionariado” hacia la emprendeduria y la innovación; para entre otras cuestiones, cambiar el tejido productivo nacional y disminuir las sonrojantes cifras de paro joven (tema del que hablaré en otro post).
Todas esas acciones están muy bien, pero quizá erraron en la estrategia, porque al mismo tiempo que inculcaban esa conciencia en la base de la pirámide, tendrían que haber enviado hacia la cúspide, y haber aprovechado los momentos de “vacas gordas” para realizar esos cambios estructurales que ahora se antojan dolorosos.
Uno de los cambios estructurales que se tenían que haber realizado, era desviar fondos del ladrillo y del consumo para generar Sociedades de Capital Riesgo potentes y competitivas; ya que en la actualidad esas funciones la realizan de forma privada en muy pequeña escala, y realmente como leí en una entrevista realizada a Bernardo Hernández de Google, en España el “capital riesgo” ni es Capital, ni es Riesgo. Las cuantías son pequeñas, y se inclinan hacia proyectos con poco nivel de riesgo, en sectores ya establecidos, no en sectores emergentes, o que realmente necesiten de la definición del término. Además no cumplen una de las funciones esenciales, no acompañan, no toman posiciones dentro de la empresa ni ofrecen su know-how al proyecto.  Características que se deben cumplir en todos los tipos de capital riesgo.
Viendo que de forma privada, era complicado generar el instrumento de financiación, se crean las sociedades públicas, para mí un gran error. El por qué es claro, hable con cualquier emprendedor o pyme que haya intentado acceder, y en un porcentaje alto le comentaran que es un instrumento inflexible y excesivamente burocratizado, con un órgano de toma de decisiones de inversión formado por políticos, que en su mayoría no tienen ni la formación ni la visión de negocios suficiente, en vez de técnicos especialistas. El sector público, lo que debe hacer es formar sociedades con socios privados, y que las decisiones de inversión se tomen con criterios empresariales, y que dispongamos de especialistas de los sectores en los que invierten, que se inmiscuyan en las empresas y aporten su experiencia y conocimientos; tal y como se hace en otros países. Entonces sí que se empezará a ver cambios en la sociedad y en el tejido empresarial; en definitiva, atacando a la base y a la cima, crearemos más eficazmente una cultura emprendedora, y el Capital Riesgo será Capital y será Riesgo.

miércoles, 22 de junio de 2011

Infoxicada Innovación

Hace un par de días leí un informe, en el que nuevamente nos colocaba en el vagón de cola de la OCDE en la capacidad innovadora de nuestras empresas. Y de pronto me llegó a mis manos un artículo que nombraba a un blogger de “infonomía” (disculpen que no recuerde el nombre para la cita) que señalaba que España está a la cabeza en lo que se refiere al uso de la palabra innovación (sobre todo por los políticos y los medios de comunicación), de consultores dedicados a tal fin, de gurús, de libros sobre el tema, etc.
Es curioso, como en el último año, he recibido formación referente a la innovación, he redactado una tesis final de máster en que la relaciono con las cuestiones financieras de las empresas y en la actualidad desarrollando funciones de dinamizador/consultor de la innovación en un programa de la Fundación Universitaria de Las Palmas de Gran Canaria; donde llevo escuchando y leyendo hasta la saciedad el término, recibiendo multitud de definiciones, la gran mayoría divergentes; y no me había cuestionado el concepto del término I+D+i.
En mis investigaciones para la tesis, el término que aparecía era R&D ; que el equivalente en nuestra lengua es I+D. Por lo que he llegado a la conclusión de que la “i” es un invento político, que les sirve para rellenar los discursos, para dar conferencias y para generar una industria consultora. En la mayoría de las definiciones, y tras comentarlo en muchas tertulias con colegas, profesores y clientes; he descubierto que la “i” hace referencia al mercado; que innovación es mercado mientras que I+D es laboratorio. Entonces ¿Para qué realizan I+D las empresas si no es para llevarlas al mercado?
En definitiva, tenemos tanta información sobre innovación en nuestro país, que es en parte también culpable de que no se innove.
Ahora es momento de hacer un llamamiento. Empresarios y directivos de España; mejoren su competitividad optimizando sus procesos y sus modelos de negocio, busquen nuevos mercados, diversifiquen su cartera corporativa, den mayor valor añadido en sus productos, en definitiva ….INNOVEN

martes, 21 de junio de 2011

Bienvenido a The Luthier

Buenos días;
Mi nombre es Dailos Reyes y desde aquí quiero abrir este "ágora" a todos aquellos que deseen mostrar su opinión sobre innovación, negocios, política, economía y por supuesto algo social también.
Mi experiencia como blogger es corta, tengo un pequeño blog en una red social de directivos, que poco a poco iré pasando las entradas más interesantes del mismo.

Leanme y no se arrepentirá.............


Bienvenido a The Luthier